"Raza" es el título de la película por excelencia que utilizó el franquismo como medio propagandístico, al igual que ya había hecho Hitler con “El triunfo de la voluntad” y Mussolini con “Escipión el Africano”, teniendo como principal intención la de justificar el surgimiento del régimen y el nuevo sistema que se estaba gestando. Así pues, se trata de una película que nos habla sobre la guerra civil a partir de una familia, la familia Churruca, alrededor de la cual gira el largometraje.
En primer lugar voy a hacer referencia a los aspectos técnicos del film, destacando una dirección y principalmente un guión más que politizado por parte de José Luís Sáenz de Heredia, basado en la historia escrita por Jaime de Andrade, seudónimo que, hoy sabemos, utilizó Francisco Franco, hecho que nos ayuda entender los abundantes matices que se encuentran entre los contundentes diálogos de “Raza”, entre los que (además de otros elementos que desarrollaremos a continuación) encontramos un constante encumbramiento de la nación.
Igualmente hay que destacar que ésta no es una película que pretenda alcanzar una gran calidad cinematográfica, por lo que encontramos una estética totalmente infrapuesta a un claro mensaje propagandístico, y por tanto, exceptuando algunas eficaces secuencias de imágenes bien montadas y una curiosa presentación inicial de créditos en la que se nos muestra como telón de fondo una consecución de imágenes de la “historia gloriosa” de España, no encontramos muchos elementos estilísticos resaltables, salvo el material documental que el largometraje incluye y la valiosa información que se nos ofrece sobre el vestuario y la sociedad de la época, quedando combinada la veracidad de la imagen con la mentira de la historia que se nos narra.
Dicho esto voy a pasar a analizar la interpretación que se da en la película sobre la Guerra Civil Española (1936-1939). Aquí, se nos muestra la sublevación como un hecho necesario para acabar con la relajación moral que está invadiendo la sociedad como consecuencia de la incipiente masonería, transmitida como la causa de todos los males del país
De este modo, se pone de manifiesto la urgencia de un levantamiento militar por parte de una serie de “salvadores de la nación" que pretenden eliminar los atisbos de violencia y anticlericalismo que se están dando por parte de organizaciones socialistas y anarquistas y que se ponen en relieve en secuencias tan contundentes como el asalto a iglesias por parte de CNTistas, el rapto de niños, o el fusilamiento de clérigos. La parte nacionalista, tradicionalista y que se basa en la defensa de la patria como único principio está representada principalmente por José Churruca, quien tras haber crecido entre los relatos de la “historia triunfal” española por parte de su padre, muerto en Cuba como víctima de la masonería, ha optado por salvar a España de un destino fatal.
Igualmente, se nos retrata el hambre y básicamente la carestía del territorio republicano así como la tenacidad y maldad que recae sobre las milicias, las cuales se nos presentan como asesinas sanguinarias. Por tanto, la guerra civil se justifica como una purga de los “indeseables” de España, y como una defensa de la patria y de la religión, la cual se defiende fervientemente durante todo el metraje a través de personajes como el hermano menor, Jaime, que muere fusilado por el bando republicano, secuencias como la boda católica de Isabel, así como a través de continuas referencias en el guión.
Sin embargo, para entender esta visión que se nos ofrece de la Guerra Civil, en la que igualmente se legitima la presencia de falange en el gobierno a través de su apoyo al bando nacional durante el periodo bélico, tenemos que hacer referencia al papel que se le otorga aquí a la II República y en definitiva la visión que de ella se quiere transmitir.
Este papel está presentado por Pedro Churruca, quien ya desde el inicio se nos plantea como un personaje ambicioso, traicionero y embustero, carácter que se liga con su posición de diputado de la república, un república que ha olvidado a su pueblo, que desvirtúa a la religión y al ejército y con ello “a la esencia patria” que se nos intenta transmitir a lo largo de toda la película y que Franco pretendía defender a través de todos los medios posibles.
Así, el gobierno republicano en este largometraje no es más que el reflejo de una sociedad corrompida por la masonería, esa masonería que mató a Pedro Churruca padre y que intenta asesinar a José Churruca, quien encarna el papel de Franco y el sentimiento de nación, y por tanto, al “esencialismo” español del que ya hemos hablado.
Sabido esto, no es en vano destacar el protagonismo que aquí se le da al ejército desde el inicio de la película, cuando el cabeza de la familia, antes de morir, llega a España tras una misión, encarnando la solemnidad del cuerpo militar, transmitiéndosenos (sobre todo a través de la madre) la necesidad de respeto hacia el mismo por su servicio a la nación.
De este modo podemos decir, que el ejército se nos presenta como el defensor de la patria, como aquel que merece sumisión por parte de la población ya que es el que está velando por los intereses de todos los ciudadanos y por tanto, los militares no son sólo esos simples instrumentos atacados por la república, sino que son el medio necesario para proteger a España, una España que está por encima de las vidas humanas.
El ejército así pues, se entiende como un conjunto de guerreros supremos a los que se les debe lealtad por su valentía, lo que viene representado y respaldado por una frase del guión que puede resumir la concepción que se tiene del mismo al realizarse un símil, latente durante toda la película, del soldado con el almogávar: “guerreros elegidos, los más representativos de la raza española: firmes en la pelea, ágiles y decididos en el maniobrar”.
Desarrollado todo esto, podemos percatarnos así de que todos los miembros de la familia Churruca cumplen con el objetivo de representar los diversos elementos que justifican el régimen franquista, el nacionalismo, el tradicionalismo y el militarismo presentados por parte de José Churruca y su padre, el cristianismo, presente en el personaje de Jaime, el conformismo y la religión en el papel de la madre de la familia Churruca, la vileza y avaricia de la república por parte de Pedro Churruca y que finalmente cede ante la sublevación, y finalmente, Isabel, la hija ejemplar que representa a los “futuros hijos” de España, casados con el militarismo.
Finalmente y para concluir, me gustaría añadir por tanto que Raza no es más que una película propagandística por parte del franquismo, que pretendió hacer llegar a la población los pilares que sustentaron el régimen, un denotado carácter militarista, religioso, nacionalista y antirrepublicano, y que obvió por propia conveniencia los crímenes cometidos por el bando nacional, dejándonos el testimonio latente de una visión condicionada, exaltada e intencionada que nos permite a día de hoy comprender la propagación de esta ideología.
En primer lugar voy a hacer referencia a los aspectos técnicos del film, destacando una dirección y principalmente un guión más que politizado por parte de José Luís Sáenz de Heredia, basado en la historia escrita por Jaime de Andrade, seudónimo que, hoy sabemos, utilizó Francisco Franco, hecho que nos ayuda entender los abundantes matices que se encuentran entre los contundentes diálogos de “Raza”, entre los que (además de otros elementos que desarrollaremos a continuación) encontramos un constante encumbramiento de la nación.
Igualmente hay que destacar que ésta no es una película que pretenda alcanzar una gran calidad cinematográfica, por lo que encontramos una estética totalmente infrapuesta a un claro mensaje propagandístico, y por tanto, exceptuando algunas eficaces secuencias de imágenes bien montadas y una curiosa presentación inicial de créditos en la que se nos muestra como telón de fondo una consecución de imágenes de la “historia gloriosa” de España, no encontramos muchos elementos estilísticos resaltables, salvo el material documental que el largometraje incluye y la valiosa información que se nos ofrece sobre el vestuario y la sociedad de la época, quedando combinada la veracidad de la imagen con la mentira de la historia que se nos narra.
Dicho esto voy a pasar a analizar la interpretación que se da en la película sobre la Guerra Civil Española (1936-1939). Aquí, se nos muestra la sublevación como un hecho necesario para acabar con la relajación moral que está invadiendo la sociedad como consecuencia de la incipiente masonería, transmitida como la causa de todos los males del país
De este modo, se pone de manifiesto la urgencia de un levantamiento militar por parte de una serie de “salvadores de la nación" que pretenden eliminar los atisbos de violencia y anticlericalismo que se están dando por parte de organizaciones socialistas y anarquistas y que se ponen en relieve en secuencias tan contundentes como el asalto a iglesias por parte de CNTistas, el rapto de niños, o el fusilamiento de clérigos. La parte nacionalista, tradicionalista y que se basa en la defensa de la patria como único principio está representada principalmente por José Churruca, quien tras haber crecido entre los relatos de la “historia triunfal” española por parte de su padre, muerto en Cuba como víctima de la masonería, ha optado por salvar a España de un destino fatal.
Igualmente, se nos retrata el hambre y básicamente la carestía del territorio republicano así como la tenacidad y maldad que recae sobre las milicias, las cuales se nos presentan como asesinas sanguinarias. Por tanto, la guerra civil se justifica como una purga de los “indeseables” de España, y como una defensa de la patria y de la religión, la cual se defiende fervientemente durante todo el metraje a través de personajes como el hermano menor, Jaime, que muere fusilado por el bando republicano, secuencias como la boda católica de Isabel, así como a través de continuas referencias en el guión.
Sin embargo, para entender esta visión que se nos ofrece de la Guerra Civil, en la que igualmente se legitima la presencia de falange en el gobierno a través de su apoyo al bando nacional durante el periodo bélico, tenemos que hacer referencia al papel que se le otorga aquí a la II República y en definitiva la visión que de ella se quiere transmitir.
Este papel está presentado por Pedro Churruca, quien ya desde el inicio se nos plantea como un personaje ambicioso, traicionero y embustero, carácter que se liga con su posición de diputado de la república, un república que ha olvidado a su pueblo, que desvirtúa a la religión y al ejército y con ello “a la esencia patria” que se nos intenta transmitir a lo largo de toda la película y que Franco pretendía defender a través de todos los medios posibles.
Así, el gobierno republicano en este largometraje no es más que el reflejo de una sociedad corrompida por la masonería, esa masonería que mató a Pedro Churruca padre y que intenta asesinar a José Churruca, quien encarna el papel de Franco y el sentimiento de nación, y por tanto, al “esencialismo” español del que ya hemos hablado.
Sabido esto, no es en vano destacar el protagonismo que aquí se le da al ejército desde el inicio de la película, cuando el cabeza de la familia, antes de morir, llega a España tras una misión, encarnando la solemnidad del cuerpo militar, transmitiéndosenos (sobre todo a través de la madre) la necesidad de respeto hacia el mismo por su servicio a la nación.
De este modo podemos decir, que el ejército se nos presenta como el defensor de la patria, como aquel que merece sumisión por parte de la población ya que es el que está velando por los intereses de todos los ciudadanos y por tanto, los militares no son sólo esos simples instrumentos atacados por la república, sino que son el medio necesario para proteger a España, una España que está por encima de las vidas humanas.
El ejército así pues, se entiende como un conjunto de guerreros supremos a los que se les debe lealtad por su valentía, lo que viene representado y respaldado por una frase del guión que puede resumir la concepción que se tiene del mismo al realizarse un símil, latente durante toda la película, del soldado con el almogávar: “guerreros elegidos, los más representativos de la raza española: firmes en la pelea, ágiles y decididos en el maniobrar”.
Desarrollado todo esto, podemos percatarnos así de que todos los miembros de la familia Churruca cumplen con el objetivo de representar los diversos elementos que justifican el régimen franquista, el nacionalismo, el tradicionalismo y el militarismo presentados por parte de José Churruca y su padre, el cristianismo, presente en el personaje de Jaime, el conformismo y la religión en el papel de la madre de la familia Churruca, la vileza y avaricia de la república por parte de Pedro Churruca y que finalmente cede ante la sublevación, y finalmente, Isabel, la hija ejemplar que representa a los “futuros hijos” de España, casados con el militarismo.
Finalmente y para concluir, me gustaría añadir por tanto que Raza no es más que una película propagandística por parte del franquismo, que pretendió hacer llegar a la población los pilares que sustentaron el régimen, un denotado carácter militarista, religioso, nacionalista y antirrepublicano, y que obvió por propia conveniencia los crímenes cometidos por el bando nacional, dejándonos el testimonio latente de una visión condicionada, exaltada e intencionada que nos permite a día de hoy comprender la propagación de esta ideología.
2 comentarios:
Muy interesantes este tipo de peliculas para conocer tanto el sistema propagandistico del regimen como la imagen que pretendia proyectar sobre los ciudadanos de los acontecimientos que marcarian el destino de España en buena parte del siglo XX.
Totalmente de acuerdo. Creo que también en este sentido, aunque ciertos aspectos se vean sometidos a otros de manera excesiva(como es el caso de esta película), el cine tiene mucho que ofrecer como documento histórico.
Un saludo!
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