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"[...] un cineasta es como un vulgar mirón, un voyeour. Es como si la cámara fuera la cerradura del dormitorio de tus padres y tu los espías y te sientes asqueroso, te sientes culpable pero no puedes dejar de mirar [...]"

Soñadores




La película que hoy ocupa lugar no es ni más ni menos que “Soñadores” (Dreamers) del director Bernardo Bertolucci, quien ya nos sedujo entre otros elementos con la cuidada estética de “El último emperador”.

En este caso nos encontramos ante un film que destila cinefilia por doquier y que queda enmarcado correctamente en un París en pleno conflicto, ardiente de los sucesos del mayo del 68 y movilizada en parte por la expulsión de Herni Langlois de su cargo, uno de los creadores de la cinémathèque francesa, lo que desató la protesta en post de la libre cultura cinematográfica.

En este contexto nos encontramos con tres jóvenes que, en la delgada línea que separa el mundo externo del privado, van a gozar de los placeres de una juventud cinéfila, los cuales están llevados en este caso al extremo para hacer disfrutar al espectador con la gran belleza que destila el cuerpo humano gracias a un constante juego de espejos así como a una serie de secuencias y enfoques explícitos que evocan toques de sensualidad provenientes de planos que nos recuerdan a la mismísima Venus de Milo.

Como decía, en esta película nos encontramos con una lección magistral de cine que nos honra con imágenes de grandes hitos de la historia del séptimo arte así como con las destacadas palabras de personajes como Godard o con las diferentes tendencias que enfrentaban ya en su día a entidades como Chaplin o Keaton. Muchas de estas escenas rememorativas vienen acompañadas de recreaciones de las mismas por parte de los protagonistas, provocando en cierta medida una actitud participativa por parte del espectador durante todo el largometraje.

Dicho esto, he de resaltar ahora un aspecto redundado durante todo el film que habla de uno de los límites del arte cinematográfico que ya he venido abordando en el apartado de Historia del cine correspondiente a “Imagen, mirada y sacrilegio”, el límite de la mirada.

En esta película, durante todo su metraje se hace alegoría a una serie de aspectos prohibidos que el propio cineasta tiene cierto pudor de retratar, como es el caso del tabú mundial del incesto, ejemplo que el director expone con el fin de hacer ver al espectador esa parte oscura, y como bien dice su guión propia de un Voyeur, que posee y ha poseído el cine en gran medida a lo largo de su historia. Para esto, para hacer ver al espectador que en buena parte lo que hace un director “debería de ser ilegal” (cito textualmente), antepone a secuencias en las que la mirada de la cámara se infiltra discretamente en cuartos ajenos por puertas y ventanas, una serie de planos en los que se mancilla la intimidad de la persona en cuestión con actos como orinar involuntariamente en un cepillo de dientes ajeno.

Así pues, nos encontramos ante un largometraje estilísticamente muy bello que retrata con claridad los placeres de la vida, la armonía del entorno captado por el propio director y la necesidad de hacerlo. Tampoco hay que olvidar una gran contextualización histórica de un París preparado para la revolución, así como la crítica a la violencia, el militarismo y el totalitarismo de cualquier extremo (se hace mención por parte de Mathew al temor que le inspira tanto el fascismo europeo, como las propias ideas comunistas en las que una masa de gente sostiene un mismo libro con una misma idea y que corea unos mismos pensamientos de forma casi autómata). Del mismo modo se ha de hacer alusión a una trama muy bien llevada a cabo por un más que logrado y destacado trabajo de montaje que acompañado con un guión intensamente esclarecedor lleva al espectador a través del recorrido histórico del cine y lo inicia en estos conocimientos.

En conclusión, se trata desde mi punto de vista de una gran película que debe ser destacada y recordada como uno de los grandes hitos del cine; y es que como siempre he defendido, no todas las películas con gran publicidad y éxito en taquilla pueden llegar a competir si quiera al mismo nivel que películas de este talante.


4 comentarios:

Day_G_G dijo...

Ummmm, no la he visto, pero si he leido hace tiempo sobre ella.
Está claro que tienes mucha razón con lo que dices, no siempre las películas de mayor presupuesto son las mejores, es más, hay mayores catástrofes en ese tipo de películas, que en las más humildes como esta, las cuales suelen gustarnos y sorprendernos grátamente.

Gracias por esta recomendación!! te sigo!!

Kiryu dijo...

Totalmente de acuerdo, no hay más que ver por ejemplo el efecto "Crepúsculo", y lo siento si hay algún seguidor de la saga que me lea pero es mi humilde opinión.

Gracias por el comentario, nos leemos!!

Paula Lago dijo...

Honestamente sabía de este film de puro oídas asique veré de conseguirlo porque me ha dado muchas ganas de verlo tras leer tu genial artículo!.

Kiryu dijo...

Gracias por el comentario Pabela, espero que puedas conseguirlo y disfrutar de él con la espectación del primer visionado :D.

Un saludo!

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